Tercera temporada enrolado en este espacio. Madre mía cómo pasa el tiempo. Otra vez que casi sin darnos cuenta estrenamos calendario. Ya tenemos encima un 2016 que se ha presentado con menos nieve de la que quisiéramos (en este día de año nuevo hemos tenido 21kms esquiables) pero que nos deparará grandes y espesos momentos. Seguro estoy de ello.
Jamás había recibido el año en la estación y eso es algo nuevo. Por lo tanto este recién estrenado ya viene con algo inusual, con cierta singularidad. Hoy, la verdad, poquita gente… el día de año nuevo se suele ver poco personal. Pero vaya, que eso sucede en una estación de esquí, en una gran ciudad o a pie de playa. Sobre todo a primera hora, que no hay ni Blas.

Bien de temperatura, cañones produciendo sin cesar, brindis y unas cuantas bajadas antes de comer. No sé qué os parecerá a vosotros pero a mi me basta y me sobra. En unos días vendrán los de Oriente y veremos a ver si traen lo que les pedí; mira que era sencillo: un buen manto de nieve para deslizarla sin compasión. Por cierto, ese día y sabéis que de les recibe como merecen en la estación así que yaos contaré.